4 ciudades
subestimadas de Europa
Todos nos hemos sentidos atraídos
alguna vez por los grandes destinos de Europa. Cuando uno planea un viaje,
siempre tiene en mente empezar por algunas de las ciudades más espectaculares y
llamativas del Viejo Continente como es el caso de París, Roma, Londres o
Praga. Sin embargo, hay otras ciudades que no tienen la fama de estas a pesar
de poseer una belleza y un encanto que está fuera de toda duda. Así que, si
estás pensando en salir de España durante unos días, toma
nota de los siguientes destinos y disfruta de la experiencia.
Budapest
El gran río Danubio divide Budapest en dos. En Buda se encuentran
el castillo y el Bastión de los Pescadores. La zona de Pest ofrece más “vida” y
distracciones a los visitantes.
Budapest es muy famosa por sus baños termales. Los más famosos son los
de Gellért, finos y elegantes, y los de Széchenyi, de grandes dimensiones y con
una zona al aire libre en la que es una delicia darse un chapuzón cuando la
temperatura está por debajo de 0 grados.
Recorre de principio a fin la avenida de
Andrássy hasta llegar a la plaza de los Héroes. Por el camino aprovecha para
ver la Ópera. En Pest se encuentra la joya arquitectónica de la capital
húngara, el Parlamento nacional. La
basílica de San Esteban y la sinagoga son los principales templos de la ciudad.
Cracovia
La ciudad polaca sigue manteniendo
intacta toda su belleza, ya que apenas sufrió daños en su arquitectura durante
el desarrollo de la II Guerra Mundial. Otro
de los alicientes de Cracovia
como destino turístico es que es una localidad muy barata.
En la colina de Wawel puedes visitar dos
de los edificios más sobresalientes de Cracovia: el castillo y la catedral. Muy cerca de allí se encuentra el casco antiguo, donde disfrutarás de la
plaza del Mercado, la lonja de los Paños, la basílica de Santa María…
Saliendo de la ciudad puedes visitar las minas de sal de Wieliczka y su
inesperada capilla de Santa Kinga. Por supuesto, no puede faltar la visita al
campo de concentración y de exterminio de Auschwitz,
un recordatorio del horror y de las atrocidades que perpetró el régimen nazi.
Edimburgo
Puede que el clima no sea el más
acogedor del mundo, pero la capital escocesa rebosa encanto por cada una de sus
esquinas. La Ciudad Vieja y su concurrida Royal Mile, el palacio de Holyrood, el castillo, las catedrales de St. Giles y St. Mary´s, la Ciudad Nueva… precioso.
Edimburgo se transforma por completo en el mes de agosto, momento en el que
se celebra el Fringe, un festival de
teatro que atrae a visitantes de todo el mundo.
Ljubljana
La ciudad eslovena es una delicia que
está completamente bajo el radar de los viajeros y, sin embargo, todo aquel que
la visita vuelve maravillado por la belleza de esta capital poco pretenciosa y
tranquila.
El castillo
de Ljubljana es su seña de identidad, como también lo es la plaza Preseren, epicentro de las rutas
turísticas y donde se encuentran la iglesia franciscana de la Anunciación y el Triple Puente. Si los tres puentes de
Preseren te parecen poca cosa, aun puedes visitar el de los Dragones. Su
ayuntamiento de estilo gótico, la catedral y el mercado central te encantarán.
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